martes, 21 de febrero de 2012

Mentir, ocultar y manipular es su profesión

Mentir, ocultar y manipular es su profesión

Por: Jorge Luis Paucar Albino

El poder de influencia que tienen los medios de comunicación, en lugar de beneficiar a la ciudadanía, está sirviendo a las grandes corporaciones para difundir, justificar e imponer una sola forma de pensar basada en las leyes del mercado.


A nivel mundial, las grandes corporaciones y los sectores conservadores de derecha, debido a su poder económico, se han apoderado de la mayoría de los medios de comunicación. Esta “gran prensa” miente descaradamente y lo hace, sin vergüenza alguna, diariamente. Como consecuencia, la mayoría de los medios ya no se dedican a informar a la ciudadanía. Su independencia se va perdiendo mientras incluyen más publicidad de grandes empresas nacionales y extranjeras, ya que, a través de los pagos que hacen por los anuncios, condicionan a los directores de prensa a no mostrar información que no sea beneficiosa a sus intereses.

Distraer es la consigna


"Los medios de masas de verdad intentan básicamente distraer a la gente. Que hagan cualquier otra cosa pero que no nos molesten (a nosotros la gente que manda). Que les interesen los deportes profesionales, por ejemplo. Dejemos que se vuelvan locos con ellos, o con escándalos sexuales, o con las personalidades y sus problemas o algo así. Cualquier cosa, siempre que no sea seria." (Noam Chomsky)
Enciendes la televisión, pones tu canal favorito, miras los noticieros y ¿Qué pasa? Seguramente, lo primero que te muestren sea accidentes de tránsito, asesinatos, violaciones o incendios. Es decir, informan acerca de violencia, sangre y muerte. Este es el enfoque informativo de muchos canales de televisión, pero ¿Acaso no hay otras noticias de las cuales informar? Lamentablemente, a los dueños de los medios de comunicación no les conviene dar cobertura a otro tipo de información, ya que ellos desean mantener distraída a la gente, preocupada por la delincuencia, por la violencia de nunca acabar, y otros peligros de la ciudad. Para ello, los medios se encargan de difundir noticias policiales y alarmantes. Le dan amplia cobertura a los desastres naturales, hablan de calentamiento global, pero no nos dicen sus verdaderas causas. Solo se dedican en alarmar a la ciudadanía, en tenerla siempre en alerta, siempre atemorizada, siempre con miedo. Son, entonces, prensa amarilla-sensacionalista, ya que, diariamente, muestran imágenes fuertes de accidentes de tránsito, de heridos, de gente sufriendo, con gritos incluidos, peleas entre famosos u otros escándalos.

Los programas de televisión le dedican gran parte de su tiempo a noticias relacionadas a la farándula, a artistas, músicos, futbolistas, modelos o vedettes. Además, son los mismos canales que informan acerca de este tipo de acontecimientos, los que hacen farándula con sus respectivos programas de concursos donde invitan a los personajes del momento. Muchos canales de televisión hacen de la vida privada una cuestión pública. Apelan al morbo por conocer las cuestiones más íntimas de las vidas ajenas para poder vender más información, ya que, ahora, la información se ha convertido en un producto más de consumo y, por lo tanto, dicen los empresarios de los medios de comunicación, debe estar regida por las leyes del mercado, con lo cual, no importa el tipo de información que se brinde al público, lo importante es que venda.
Cómo hacer borregos en seis lecciones![1]
La prensa corporativa mundial tiene un solo objetivo: matar la curiosidad, desterrar las dudas y castrar la inteligencia. Y esa prensa es un fiel y seguro servidor del sistema.
NOAM CHOMSKY


1.     La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar."

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que este sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: Dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana (delincuencia), u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de estrictas políticas y leyes de seguridad en perjuicio de su propia libertad. O también: crear una crisis económica para aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales, privatizaciones y el desmantelamiento de los servicios públicos.